El acto alimentario como el encuentro sexual conciernen al dominio de lo íntimo y de lo emocional, pero también al de lo social y de lo cultural. Más allá de las numerosas investigaciones que se enfocan, de manera separada, en la alimentación o en la sexualidad, existen estudios que evocan las correspondencias constantes “entre la mesa y la cama, entre la carne comestible y la carne deseable”. La relación entre la alimentación y la sexualidad se anuda, por ejemplo, alrededor de las temáticas del incesto y del canibalismo.