Las relaciones donante-receptor se justifican en nombre de la generosidad del uno y la necesidad del otro. Sin embargo, desde una perspectiva crítica – y weberiana – el fundamento de la relación es una asimetría de recursos, que puede ser material, pero también abarcar prestigio y conocimiento. Esa asimetría es la que definen el espacio de maniobra disponible a cada una de las dos partes. En particular la distribución asimétrica de conocimiento es crucial, pues sólo quién lo posee conocimiento técnico y sobre situaciones de hecho en el campo puede definir cuál es el interés al cual la relación donante-receptor debe servir. El número de donantes y el de receptores activos en el campo son cruciales para determinar si la relación es una de dominación.